Se trata de un término cada vez más en boga en enología, pero ¿sabemos realmente a qué nos referimos cuando utilizamos la expresión vinos de autor?

Un vino de autor es generalmente uno de los más especiales para un enólogo, porque lo elabora a su gusto, sin tener que limitarse a las clasificaciones establecidas por las categorías de crianza de la denominación a la que pertenece.

En otras palabras, en un vino de autor el enólogo o la enóloga en este caso, apuesta cada año por una elaboración y una crianza diferente en función de las características de la vendimia y el estilo que le quiere dar a su vino más personal y creativo.

En Azpilicueta contamos con una gama de vinos de autor de edición limitada a la que hemos denominado ‘Colección Privada’ y que estrena nueva imagen. Un tinto, un blanco y un rosado con los que nuestra enóloga, Elena Adell, apuesta por la excelencia con un estilo único y muy especial.

Colección Privada Tinto

Un vino equilibrado, rico en aromas, carácter frutal y lleno de matices.
Tempranillo, Graciano y Mazuelo son sus variedades, elaboradas de forma que preservamos su fruta y dotamos a los vinos de la estructura justa, para obtener un ensamblaje placentero y muy perfumado. Se cría en barricas de roble francés nuevo de bosques escogidos especialmente. Ideal con carnes rojas, embutidos, quesos, pescados en salsas sabrosas, guisos y legumbres.

Colección Privada Blanco

Vino de gran complejidad y elegancia en el que se funden notas de cítricos con flores y fruta blanca, junto a bollería, tostados y trufa. Elaborado con uvas de la variedad Viura, los mostos obtenidos se han fermentado en barrica de roble americano de tostado muy suave y prolongado. Su armonía es muy amplia: jamón, frutos secos, verduras, pescados en salsas y quesos de todo tipo.

Colección Privada Rosado

Elaborado con uvas Tempranillo, la crianza en barrica le confiere una mayor redondez y elegancia. El mosto, obtenido tras unas horas de maceración en frío, fermenta en barricas de roble americano tostadas como las del blanco. Tras la fermentación, meses de crianza con sus lías aportan al vino redondez en boca y longitud. Por su complejidad aromática es perfecto para las armonías difíciles: ensaladas, verduras, arroces, pastas, asados de lechal y cochinillo.