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Antes de comenzar a catar un vino, debemos leer su nota de cata y, sobre todo, entenderlo. Para ello, debemos tener en cuenta algunas consideraciones:
- Debido a que gran parte de la percepción de un vino es subjetiva y personal, la nota de cata no incluye todos los matices del vino. Solo recoge los puntos en común que tienen los profesionales que catan el producto.
- 3 son los sentidos que pondremos en juego a la hora de catar un vino: vista, olfato y gusto. En realidad, todos somos potencialmente expertos catadores, ya que contamos con los mismos sentidos que un catador experto.
- Ser catador se entrena. A medida que realices más catas, tus conclusiones y percepciones serán más maduras.
Teniendo esto en cuenta, la enóloga de Azpilicueta, Elena Adell, nos recomienda estos 4 pasos sencillos pasos para aprender a catar un vino:
- Coge la copa por el pie, inclínala contra un fondo blanco y contempla el color, el tono, el brillo y la limpieza del vino. Al mover la copa, podrás observar la llamada ‘lágrima’ que deja en sus paredes.
- Introduce ligeramente la nariz en la copa para apreciar los aromas primarios, secundarios y terciarios. Mueve la copa y repite la olfacción para despertar nuevos matices.
- Degusta el vino moviéndolo por toda la boca y después haz borbotear el aire dentro para que se desprendan el mayor número de aromas. Así podrás percibir el sabor y el cuerpo del vino, y confirmar los aromas que has sentido a través de la nariz.
- Finalmente, debes apreciar la longitud del vino, es decir, el tiempo que sientes el vino en boca y nariz una vez lo has tragado.
¿Te animas a intentarlo?